Es una de las cuatro capillas levantadas por los primeros pobladores de la ciudad, por lo que se constituye en una de las iglesias más antiguas. Según la tradición local, fue levantada sobre una ermita establecida por los primeros españoles en el siglo XVI.
Fue construida como una estructura periférica y destinada a pequeños actos religiosos, fue remodelada y reparada en varias ocasiones y su último rediseño se hizo en 1870, cuando el campanario lateral fue reemplazado por uno central, que aún perdura. Desde el terremoto de 1975 dejó de ser usada como templo religioso.
Fue declarada Monumento Nacional en 1977. Actualmente es un Centro de Interpretación del Patrimonio Religioso.